Hay momentos en la vida que no tienen respuesta ni explicación, los sucesos, acontecimientos, experiencias vividas, tantas cosas que no sabemos por qué suceden o por qué las debemos vivir. Muchas veces nos quedamos estancados buscando las respuestas y no avanzamos, porque nos da miedo continuar en medio de la incertidumbre que nos produce el no entender y no aceptar esas cosas que nos han de pasar.
Amores que llegan y se van, heridas, vacíos, enfermedades, caídas, pérdidas, caminos que se abren, puertas que se cierran, circunstancias que afrontar, decisiones que tomar…
Todo ello invade nuestra mente, llenándola de preguntas inciertas que no encuentran respuesta y aunque quizás respondamos algunas, formulamos otras, porque nos hace falta buscar excusas que nos torturen y nos hagan dudar, fabricando aún más temores.
No busquemos respuestas que quizás no llegarán, hay cosas que suceden porque así deben ser, aunque no entendamos el porqué y sintamos que no tenemos las suficientes fuerzas de asumirlas y continuar.
No hay más opciones que VIVIR,SEGUIR,CRECER, NO PERDER LA ESPERANZA de que vendrán tiempos mejores que compensarán las luchas que hemos asumido valientemente, sin renegar por todo, sin rendirnos, sin renunciar.
Por eso, más que buscar respuestas, démoslas nosotros mismos con nuestro vivir y actuar, en lo más sencillo y pequeño, aún en todo aquello que no entendemos.
Autor desconocido
Revista Infolupus Septiembre 2013
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