En un bosque muy grande, había unos
árboles muy altos, tan altos, que llegaban casi a las nubes. A sus ramas se
subían los pájaros más bonitos, los que tienen plumas de muchos colores.
También anidaban otros tipos de aves más pequeñas que hacían sus nidos, ponían
huevos, nacían las crías, las alimentaban y las enseñaban a volar.
Estaban los monos, las hormigas con sus largas
hileras, llevando comida al hormiguero para las hormiguitas más pequeñas, las
mariquitas que abrían sus alas tan
bonitas, lo gusanitos.
Tenían mucha vida
estos árboles. Unas ramas muy grandes con muchas hojas, adornaban
estos bellos árboles, eran bellos, muy bellos y muy verdes con unas hojas muy
grandes.
En un claro, en el
centro del bosque, un árbol no crecía, apenas tenía ramas y pocas hojas. Todos
los animales les preguntaban que le pasaba. El no sabía, decía que los otros
árboles más altos le quitaban la luz y por eso no crecía y le faltaban
hojas.
Un día llego al bosque una niña muy bonita,
tan bonita que todos los animales salían a verla. La niña se llamaba VALENTINA.
Valentina desprendía luz, amor, confianza, amistad. Por eso, todos los
animalitos del bosque salían a verla.
Ella se paraba con
todos, les preguntaba por su salud, su familia, se interesaba por todos y cada
uno de ellos. Por eso ellos la querían tanto.
Un día andando por el bosque con el señor
zorro - sabéis que el señor zorro tiene una larga y espesa cola con colores muy
bonitos, parecido a los de la tierra, para así poder pasar sin ser visto cuando
cruza las grandes praderas - pues bien, como os iba diciendo, un día que
paseaban por el bosque Valentina y el señor zorro, se encontraron con el árbol
que no crecía y le preguntaron:
-¿Qué te pasa por que
estas triste y no
creces?
El les respondió:
- los arboles altos no me dejan ver la luz.
Valentina y el Señor
Zorro se miraron extrañados y le dijeron:
-dentro de ti hay
fuerza suficiente para crecer y conseguir llegar tan alto como los otros
árboles.
El les contesto:
-sí, si, eso pensáis
vosotros y parece fácil, pero ¿cómo lo consigo? Ellos le sonrieron y le
dijeron:
-mira dentro de tu
corazón, allí todos tenemos la fuerza y el valor suficiente para conseguir todo
lo que queramos.
El pequeño árbol miro
dentro de su corazón y se encontró allí con su fuerza, su valor y con todo el
amor que llenaba todo, todo su corazón.
Así que hizo acopio de toda esa fuerza
y todo ese valor y amor que había dentro
de él y creció y creció,hasta que se hizo el árbol
más alto, fuerte y bonito que existía en el bosque.
¡Ah¡ se me olvidaba deciros que en sus ramas hicieron nidos los pájaros
más bonitos que existen y además se posaban todas las aves que por allí
pasaban, para los monos y las hormigas era su árbol preferido.
Un cuento precioso. Gran moraleja.
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